Qué rico lugar. La atención fue muy buena.
Pedimos un crocante de pancita y todos los ingredientes estaban realmente bien hechos. El pan crocante por fuera y suave por dentro, el guacamole muy bien hecho, sin ser un mero puré de aguacate y la pancita confitada estaba muy buena, nada chiclosa.
Aunque no estaba en el menú, pedimos una cocoa en las rocas en agua y muy amablemente nos lo prepararon y estaba re bueno.
El lugar es muy agradable.
Excelente lugar.
Desayuno: variado, justa porción y buen sazón.
Café: muy bueno y variado.
Precios: por la calidad de su comida son accesibles.
Instalaciones: cómodas, distribuidas y limpias.
Servicio: muy bueno, amigable, atento y cordial, demoro un poco el alimento pero había bastante clientela y se justifica.
Es un muy buen restauran para desayunar y comer. Abren de martes a sábado de 8 a 5 y los domingos de 8 a 2. El lunes está cerrado.
Se esmeraron en la decoración desde la terraza, el interior, los baños, la panadería. El servicio fue excelente, el desayuno delicioso, el café inmejorable. La atención de Arturo y sus colaboradoras fue de lo mejor. Tiene escasas 4 semanas que abrieron y les deseo todo el éxito del mundo. Además con esos harán felices a nuestros paladares.
Un cómodo y tranquilo lugar para desayunar. Los platos pueden ser abundantes en algunas opciones así que podrían dividir y así pedir para compartir y pedir más cosas. Es Pet friendly y el personal es muy amable.
Un lugar muy lindo, lleno de detalles. Los alimentos y bebidas están ricos, sólo la porción de chilaquiles fue muy pequeña. Nos atendieron un poco lento aunque sólo estábamos nosotros como clientes. Son pet friendly 🐾 chequen su cuenta por algunos precios no son los publicados en su menú.
Es un buen lugar para desayunar, pero solo bueno, los platillos están bien servidos, muy bien presentados, pero le falta sazón para hacerlo exquisito.El pan está elaborado ahí mismo y está muy bueno, probé un croissant de almendra con dulce de leche.
Por el otro lado el servicio si dejo que desear, el lugar a las 9 am estaba solo y la mesa donde nos ubicamos estaba llena de polvo y tierra perceptible al tacto, pues era una mesa color café madera y el mesero ni sus luces, aún así puso los cubiertos sobre la mesa llena de polvo, en otros restaurantes al sentarte inmediatamente limpian la mesa aquí no, muy quitado de la pena.
El menú está en pizarrones que forzosamente te deben explicar para entender, tienen QR para que ingreses al menú de instagram por lo tanto ves el menú en puras fotos, en ningún lado sabes cuánto cuestan los platillos ni cuál contiene que, pues no hay donde ver los precios, así que si vas justo con los recursos económicos es mejor que primero preguntes precios antes de ordenar, creo que es algo que pueden remediar fácilmente. El lugar acepta máscotas, para los que gusten acompañarse.
Vagueando andábamos por nuestra bella perla tapatía y en esta ocasión llegamos directo a Máximo Valentino ubicado en providencia, quede yo fascinada desde que iba entrando y es que el lugarcito esta monísimo 👌🏻, pedí un juguito verde, un lonchesito de chilaquiles con pancita especialidad de la casa 🐷🐽 y pedí frutita, la presentación no bueno👌🏻, el sabor buenísimo, el lugar súper agradable, la atención es bastante esmerada y los precios bastante accesibles respecto a dónde se encuentra, excelente servicio cinco estrellitas ⭐⭐⭐⭐⭐
Bonita terraza a la calle y amplio jardín posterior. Excelente servicio, con muchas sugerencias, todas muy acertadas. La comida se reduce a Baguettes y tostas y un par de especiales del día, que en mi caso, fué un hallazgo delicioso: pancita de cerdo ahumado. Delicioso! La experiencia es relajante y sabrosa. Al día de hoy, solo desayunos y comidas.
Que lugar más agradable, muy limpio, el personal excelente en la atención al cliente, el menú, con un extenso surtido de platillos, y por ultimo, los precios inmejorables. Algo que me gustó mucho, es que aceptan mascotas.
Desayuné un par de veces aquí, tienen un excelente café y la calidad de los alimentos 10/10, el pan es hecho en casa! Les recomiendo los chilaquiles con costilla y el tartín. Sin duda regresaré cuando vaya a Guadalajara.
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