Recientemente visité este encantador bar alemán y quedé completamente impresionado. La selección de cervezas es de primera, capturando a la perfección los ricos y auténticos sabores que esperarías de una cerveza alemana. La comida es un delicioso viaje a través de la cocina alemana, con cada plato más sabroso que el anterior. El ambiente añade a la experiencia, brindando un ambiente acogedor y amigable que hizo la noche aún más agradable. Es una visita obligada para cualquiera que anhele auténtica comida alemana y una buena cerveza.
El lugar me encantó... El joven que nos atendió fue muy amable, nos dió recomendaciones en cervezas y alimentos.
El único detalle que no me agradó fue el sanitario, estaban muy sucios. Falta ponerle un poco más de atención a la limpieza de dicho espacio.
El personal es muy amable y atento.
El lugar es encantador, siempre escuche de él pero nunca había podido ir. El platillo que pedí no sabía lo que era, el mesero me explicó que era como una pizza pero la masa era más crujiente. La pedí pensando que era una porción para 1 persona pero resultó ser enorme, que tranquilamente comen 3 o 4 personas, luego pedimos unas papas a la francesa y una papa rellena. Todo muy delicioso y de una excelente calidad en sabores. Como nos sobró casi todo el platillo que se parecía a la pizza el mesero ofreció guardarla para llevar.
Al momento de pagar si me sentí presionada en dejar propina, siempre dejo propina pero odio cuando me presionan, me dan ganas de no dejar nada e irme.
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