Un sazón de delicioso y una atención genial. Un festejo con camarones zarandeados, picaña y pulpo a las brasas maridados con un vino tinto del Valle de Guadalupe de ¡Wow! Para rematar unos postres de maracuyá y de creme brulé... ¡vengan!
Una experiencia que va más allá de la comida. La ambientación es excelente creando una atmósfera perfecta para estar en una platica muy cómoda con un nivel de audio perfecto para escuchar tanto a las personas alrededor como disfrutar del jazz que ponen de fondo. De entrada se pidió una orden de tuétano que estaba exquisito el único detalle es que me dejó deseando más y más. Ya de plató fuerte probamos el t-bone con camarones que estaba en su punto. la carne estaba fresca y suave los camarones de buen tamaño la papa muy rica. Mi acompañante pidió el vacio el cual tuve oportunidad de probarlo, de buen tamaño y buena porción este corte tenía una textura que casi se deshacía en la boca sazonada perfectamente fue una excelente opción para la cena. Finalmente para postre se pidió el cheesecake crème brûlée, el cual fue cerro una muy buena experiencia en este lugar que es de lo más recomendable. El personal fue muy amable y siempre atentos a cualquier necesidad que tuviéramos. El lugar está adecuado para recibir a diferentes números de personas y tiene una excelente atmósfera.
Restaurante con especialidad de carnes en grill, algunas opciones en maroscos.Con sillas a cielo abierto, la carta incluye entradas, postres y bebidas con y sin alcohol. El servicio demora un poco, pero la atención es estupenda. Pagos en efectivo y con tarjeta. Tiene estacionamiento gratis justo al lado del restaurante.
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