Un must en el centro de San Miguel, un lugar sin pretensiones pero que apuesta por ofrecer platillos de excelente calidad, sabor, presentación y frescura. Incluso las bebidas son realizadas en el momento y eso lo nota el paladar. Una excelente opción para degustar platos a base ingredientes locales y hechos con mucho amor
Me sorprendió, no esperaba que fueran platillos tipo Gourmet hechos a mano, sus salsas no solo saladas si no dulces son muy buenas, la atención y el servicio excelente. Me parece muy importante que te describan lo que estás a punto de comer y como fue hecho, ese es un punto extra.
Por otro lado me gustaría que hubiera una variedad más amplia en las bebidas.
Interesante lugar, personal amable. Hay buenas opciones de desayuno. Vale la pena si estás por el rumbo.
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