Excelente lugar, muy buen trato, y la comida y la atención es muy buena! Obviamente es un lugar “no económico” pero la relación precio - servició - calidad” hacen q sea un gusto apetecible!

Ya un poco cansados 3 amigos y yo decidimos cenar en La Mansión el restaurante del hotel Marriot. Al llegar nos recibieron tal cual como si nos estuvieran esperando muy amablemente y con una sonrisa de bienvenida. No pude evitar admirar el lugar tremendamente organizado y limpio. La iluminación perfecta para una cena relajada y ambientada con excelente música de fondo. Al llegar a nuestra mesa nos dieron la bienvenida nuestros meseros Fanny y Miguel quienes nos atendieron de una manera excepcional atendiendo cada una de nuestras peticiones. El menu es amplio pero nos decidimos por un corte. Miguel se tomo el tiempo de mostrarnos los cortes disponibles. Elegimos el Ribye pero antes de eso unas ricas empanadas rellenas deliciosas para abrir apetito. Claro acompañado de un vino tinto de Valle de Guadalupe (Santo Tomas Tempranillo-Cabernet 2015). Al llegar nuestro plato fuerte a la mesa nos sorprendieron con un corte perfectamente cocinado al término medio, Fanny me pidió revisara mi corte partiéndolo por el centro verificando el cocimiento perfecto. Al probarlo se desasía en mi boca con una explosión de sabor y con un punto importante de su grasa natural. Simplemente perfecto luciendo ese entre rojo de su jugo al deslizar su sangre sobre ese corte de 350 gramos. Simplemente delicioso. Al terminar nuestro plato fuerte entre risas y buenas charla des pues de dos botellas de ese rico y bien balanceado vino nos decidimos para cerrar bien la cena por un delicioso postre y si por que no otra botella mas jaja. La atención de Fanny y Miguel fueron la cereza de nuestra visita. Ya estamos planeando regresar de nuevo.