Es uno de los buenos restaurantes que han sobrevivido, es tradicional de excelente comida y un agradable ambiente relajado, además con amplio horario que te permite comer o cenar sin prisa. Precios justos por buena comida y bebida.
El establecimiento es amplio, tiene una buena temática. De preferencia conviene reservar una mesa en temporada vacacional para evitar las filas. El menú es variado aunque no muy extenso. Los jueves de pozole incluye una excelente botana. El cóctel de camarones es bueno, los camarones son grandes pero creo son pocos para lo que cuesta, el pescado es empanizado en los tacos, son tres grandes y de harina. Las pescadillas son de tamaño de tortilla normal. La "yarda" (una bebida en un vaso de plástico alargado) para una margarita están buenas, nada especial. El tiempo de espera es algo tardado. La propina que te sugieren es del 10% aunque yo creo que ese tema es muy polémico así que lo dejo a consideración de cada quien.
Los precios son considerables.
Excelente ambiente. En la mañana desayunos tranquilos con buena música y en la tarde-noche super fiesta con ambiente. Todo el personal es amable y te hace bailar. Es emocionante. El sabor muy bueno. Precios accesibles
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