Muy buen lugar para ir a comer.
Cuenta con mesas al aire libre.
Buena atención por parte de los meseros, atentos y serviciales.
Pedimos lasagna a la mexicana (recomendada), jugo de carne que también estaba rico y un Crumble de manzana y helado chai.
El salmón estaba rico pero venía en una salsa de chile rojo que no estaba nada buena, ácida, muy condimentada y hostigaba después de la primera cucharada.
Por otra parte nos ofrecieron unas costillas de Jabalí, la carne estaba suave y rica, pero al centro del plato se acumuló una cantidad barbara de aceite y jugos de la carne que no se veía nada apetitoso, además las papas que acompañaban la carne tomaron un color amarillo brilloso dando la impresión de que tenían exceso de grasa.
Solo fui de visita al restaurante, el servicio es muy bueno desde que entras. El lugar es muy bonito con amplios jardines además de ser un lugar tranquilo y bastante agradable para hacer una buena sobremesa.
La comida es buena y hablando de los precios son moderados para lo que ofrecen realmente lo que pagas es lo que recibes refiriéndose a la calidad de los alimentos, es una buena opción para desayunar o llegar a la hora de la comida 100% recomendable.
El servicio es excelente y el lugar es muy bonito. El omelet de salmón tenía una cantidad excesiva de queso Filadelfia lo cual lo hizo muy hostigoso. Debería ser untado y no en cubos y menos tan grandes.
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