Se ve pequeño el lugar pero tiene mucho espacio, varias mesas. Los baños son libres de género. El servicio es rápido, los alimentos te los entregan con excelente presentación y sabor. Acudimos 4 personas un viernes por la noche y había espacio disponible. Los postres tienen una presentación impecable y un sabor exquisito.
El capuccino estaba rico, pero un poco tibio a mi parecer, a mi esposa le gusto. El sandwich de pesto estaba rico, buena porción junto con las papas a la francesa. La hamburguesa de soya estaba bien, nada fuera de lo normal, las papas galeana pueden mejorar en el picor y la hamburguesa en lo caliente, estaba tibia. El pan de elote estaba delicioso, caliente y suave, el pay de platano estaba muy rico también. Los smoothies estaban ricos, pedí os el de pepino-limon y mango.
Siempre he estado enamorada del tierra libre, pero en mi última visita la comida dejó que desear, la atención fue buena pero no atenta cómo estaba acostumbrada y eso puede deberse a que tienen considerablemente más afluencia de gente. Tomen en cuenta que no tienen cajón de estacionamiento. No fui fan del nuevo diseño de interior del local. Yo le tengo fe a que en cuanto consigan mas personal vuelva a esa cocina tan buena y la atención que les caracteriza. Mi recomendación son los sándwiches (mi favorito es el de pesto), cualquier bebida que pidas es deliciosa y los postres ni se diga… deliciosos. Llevo alrededor de 10 años visitándoles y espero seguir poder seguir disfrutando de este lugar.
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