Este es un lugar que sorprende. Una casona en pleno centro de Puebla, decorada tipo hacienda. Muebles y esculturas de madera-forja, molinos de café, espejos anchos ¡¡me gusta!!
El servicio es rápido, atento y amable. La comida es rica, luce muy bien, sabe 3 veces mejor de como luce ;) Su café es rico y fuerte, la variedad de platillos es amplia. El precio es accesible y corresponde con las porciones.
Es un excelente lugar para consentirte y consentir.
A tan solo un par de cuadras del Zócalo, pueden encontrar este restaurante que tiene una amplia variedad de platillos. Sus precios son accesibles, y no por eso disminuye la calidad. Yo fui en domingo, con algo de prisa y me atendieron rapidísimo. Eso si, te recomiendo pasar antes al cajero, porque solo aceptan efectivo. Si estás de visita, estoy seguro que te va encantar como a mí.
Este lugar me agrada mucho porque tiene muchos puntos a favor, la comida es rica, buena temperatura, buen sabor y buena porción. La atención es buena, los meseros están atentos. El lugar es bonito y se caracteriza por sus mesas grandes de madera y adornos coloniales . Mi recomendación es que a pesar de que me agrada que su menú tenga fotografías, es bastante extenso, abarca muchas cosas y seguramente habrá más de un par de platillos que podrían omitir (como sus crepas), sin embargo por precio y calidad siempre regreso y recomiendo este establecimiento.
*No cuenta con rampa para silla de ruedas.
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