Una sorpresa. Iba a entrar a cabana pero le di oportunidad a este lugar. Me senté en la terraza y me pareció agradable. La música bien, no demasiado ruidosa. La atención bien y la comida se saca 9 de 10. Pedi una coliflor zarandeada muy recomendable. También unos ostiones en su concha a las brasas. La quesabirria muy buena. El atun bien aunque le faltó algo de vista y sabor. Es un lugar agradable en general y con una buena atención.
Una excelente cocina tradicional dónde hay desde un sopa de médula (famosa en los 90s), la fuente de mariscos, mole hasta un buen corte para compartir. Los niños no pagan su comida y con ludeteca. Pará estar a gusto y te dan ganas de regresar.
Son de esos restaurantes que no te puedes perder, la atención esta de lujo, probamos el platillo de temporada "mole de caderas" lo más delicioso que he probado en caldos, con textura espesa y lleno de sabor en cada cucharada. La mezcalita fue una bomba de sabor deliciosa.
El mole de caderas es un platillo robusto y tristemente no me quedo espacio para el postre, pero sin duda vuelvo a ir.
P.D. Te pregunta la host si se celebrará algo, en esta ocasión fue mi cumpleaños, y no dijeron nada después, así que si dicen algo no esperen alguna sorpresa je je.
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