Una bella casona antigua llena de Talavera, a unos pasos de la plazuela de los sapos, la comida deliciosa , sus chiles en nogada y el mole verdaderamente sabrosos, el ambiente cálido, el personal muy amable, el ambiente familiar y alegre, los precios acordes al buen servicio. Muy recomendable.
Lugar, lleno de Talavera y cuadros interesantes que están a la venta, pareciera que estas desayunando en un museo. El baño puede mejorar.
Atención: el personal (3 meseros) fueron atentos, al final pagamos con tarjeta y quisimos agregar el servicio pero no lo recibieron, nos dijo que no lo podía agregar.
Comida, por lo menos durante el desayuno todo estuvo bien, nos afrecieron paquete de jugo, café y platillo, buen sabor, los paquetes infantiles ofrecían huevo o hotcakes y malteada. Los chilaquiles verdes y rojos muy buenos. Pedimos una bebida fría llamada bombón con café y licor 43 muy rica y recomendable.
Precios entre 80 y 165 por persona; por 2 adultos y 3 menores fueron 850 pesos.
Sugerencia: Ampliar la opción de menús infantiles, hay edades en que un platillo de adulto los llena y el alimento se desperdicia.
Muy agradable lugar, la comida muy buena, muy buen sazón, solo la observacion en el servicio que fue muy lento. Precios razonables.
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