Lugar pequeño, en una de las calles más tradicionales de Querétaro. Con pocos platillo pero lo suficiente para poder desayunar o comer muy agradablemente. Pedí un paquete de desayuno, con chilaquiles. Me lleve una grata sorpresa con la salsa, de verdad muy rica, muy agradable el picor, de esas salsitas que de verdad saben ricas. La tinga, como que para mí gusto no combinaba muy bien, hubiera preferido pollo natural, pero tenía buen sabor. La fruta que me dieron estaba fresca y de excelente sabor. En las imágenes aparece un café con leche, pero me dieron un americano, deberían de especificar bien que es lo que contiene. Pedí un pan, ahí si me lleve una decepción, ya que al ser un muffin, esperaba un pan suavecito y esponjoso. Y la verdad estaba como algo seco, duro y para el precio pues la verdad ese no valió la pena. Al finalizar pedí un frappé, el cual si estaba muy rico, pero demasiado pequeño para el costo, ya que otras franquicias dan casi el doble por el mismo precio. La atención de las chicas, esa si fue excelente, con toda la paciencia y educación. Reciben pago con tarjeta En general, la comida muy aceptable, el pan pues no me agradó. Si regresaría a probar algo más del menú porque el lugarcito es agradable para comer muy a gusto.