Todos los platillos muy ricos y bien presentados, el lugar es muy concurrido, los fines de semana hay que llegar temprano, a nosotros nos tocó esperar 20 minutos pero escuché que algunos esperaron más de media hora. Yo pedí un omelet espadaña, relleno de verduras y bañado con una salsa cremosa de chipotle sin picante. Lo único que no fue de mi completo agrado fue el café, para mi gusto tiene muy poco sabor, de ahí en fuera todo bien.
La atención del personal hacia los comensales siempre atentos y amables. La espera para entrar al restaurante si fue algo largo (40 minutos) la comida estaba buena, tiene buen sazón. Las tortillas de maíz pareciera que las hacen en el momento muy buenas 🤤. A la hora en que fuimos aún tenían desayunos.
Fui a desayunar y la comida que pedí estaba muy rica, el término de la carne perfecto y con buen sabor (Tampiqueña).
La recomendación que me hizo el mesero acerca de los postres estuvo ideal ya que no era nada empalagoso (pay de piña con coco) venía acompañado de helado de vainilla, aunque ese no fue mucho de mi agrado se sentía con textura chiclosa.
Lo único que no me gustó fue el café, lo sentí quemado y muy amargo; le tuve que poner azúcar y leche para compensar el sabor, aunque suelo tomarlo solo (como debe disfrutarse).
Sin embargo me gustó el lugar, era la primera vez que los visitaba.
Como fui temprano no tuve problema en encontrar Parking, aunque el costo del mismo se me hace excesivo (40 pesos la hora) pero si te lo sellan baja a 20 pesos.
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