Mis hijos me trajeron a este lugar.por suerte encontramos estasionamiento.acudimos como 9:20am un sabado despues de una carrerra de 5 km! El negocio pasa desapersibido si va manejando uno.esta entre consultorios y otros negocios. El lugar es pequeño.para pasar al baño unisex hay que pasar por donde sirven cafe es un pasillo corto. Pedimos grand slam y chilaquiles. Los wafles estaban blanditos y el tocino riquisimo. El cafe de la olla muy bueno,de hecho se les cayo la cafetera casi atras de donde yo estaba sentado! Que emocion! Me tube que mover para que recojieran los fragmentos de vidrio! Cosas de la vida! Si lo recomiendo por lo novedoso del lugar y por ese logro de quien tubo la vision de abrir el restauran en un lugar tan inusual y arriesgar invertir en esa meta! Felicidades!
El café de olla está rico, también los chilaquiles con cualquier salsa y la hamburguesa, buen ambiente y música, las veces que he ido no me ha tocado esperar para entrar y las porciones son llenadoras
Gratamente sorprendida!
A pesar de estar en una zona complicada y concurrida, cuentan con parking subterráneo pequeño.
Lugarcito ajustado, coqueto, limpio, música que permite platicar y menú digital no tan reducido.
De entrada pedimos café de olla, sabrosón, no tan dulce, servido en taza pequeña pero con refill!
De comer en el menú ofrecen huevos, omelettes, chilaquiles, waffles, combinaciones y burgers.
Pedimos un breakfast waffle chicken, rico, nada seco.
Yo un omelette en crema de cilantro más 3 ingredientes acompañado de papa sazonadas, muy rico, y un extra de pollo spicy Orange riquísimo! No combinaban pero esta muy sabroso!
Definitivamente es un lugar a recomendar y visitar.
Lo malo es que no hay mucho espacio para grupos grandes.
Aceptan tarjeta.
Se toman escaleras para poder entrar.
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