El lugar está en el centro histórico, bien ubicado, decorado con obras de muchísimos artistas y todas están a la venta. La comida es deliciosa en especial la pasta de 3 quesos y la pizza de 4 quesos tienen un sabor único, pedimos también unas enchiladas y estaban muy ricas y bien servidas, ordenamos una lasagna para dos personas la cuál estaba con buen sabor pero si se me hizo elevada de costo $350. Te brindan pan caliente y condimentos para los alimentos. Las bebidas nos regalaron una copa de vino rosado por ser día de la madre, pedimos la promoción de clericot 3x2 y estaban deliciosos, ordenamos también limonada y estaba muy bien. El servicio es amable y te brindan todo lo que necesitas, la comida tarda en llegar bastante ya que la hacen al momento, si tienen apuro este no es el lugar, aquí es para disfrutar el momento y relajarse platicando o admirando el arte. El costo es un poco elevado del promedio de otros restaurantes del lugar, pero bien vale la pena. Lo que pienso que podrían mejorar es que siempre al llegar te preguntan si tienes reservación, ese día hablé antes de ir por ser día de la madre quería asegurar el lugar, me dijeron que no estaban haciendo reservación que como fueran llegando, de cualquier manera a la entrada te preguntan si la tienes y te dicen que van a ver si hay espacio, solo había una mesa ocupada, en fin.